Perros Jack Russell Terrier de Altajara
Respeto y Compromiso. Una filosofía de vida.
En Jack Russell Terrier de Altajara llevamos criando desde hace más de 15 años, lo nuestro es una forma diferente de ver y entender la cría del Jack Russell, basada fundamentalmente en el respeto y el compromiso.
Respeto por todos los animales, y compromiso con el bienestar de mis perros.
Quiero garantizar que las características originales que definen a esta maravillosa raza no se pierdan, pero además quiero aportar mi granito de arena a su evolución.
Cuando decidí criar estos perros, sabía muy bien la responsabilidad que conlleva, y es algo que diariamente tengo muy presente. Desde luego, mi meta no es ser un vendedor de perros, quiero contribuir a la “mejora” de la raza.
Soy un criador. Me desvivo todos los días por cumplir con este compromiso que, libremente y sin necesidad, he adquirido. Como criadero de Jack Russell, estudiamos cada cruce para mejorar mis cachorros con cada nueva camada.
¿Por qué?, quizás por locura, o puede que por una necesidad emocional, quizás por cumplir mi deseo de niño que era vivir rodeado de perros. Sé que es difícil de entender, y que por ello puede parecer una locura, pero para mí “mis perros” son un modo de vida.
Siempre rodeado de perros
Según mi familia todos podríamos vivir mucho más tranquilos sin tantos animales a nuestro al rededor.
Yo tengo un trabajo con unos horarios ordenados que me permitirían tener una vida más apacible, pero de esa manera me faltaría llenar mi parte emocional.
Los perros me ayudan a obtener algo que no se paga con dinero: felicidad.
Desde niño soñaba con todo esto, y quería tener una estrecha conexión con el mundo canino. Sin embargo, mis padres no compartían esta afición conmigo, y por ello, a pesar de mi insistencia y de mis súplicas, nunca pude tener uno en casa.
Pero las ilusiones infantiles a veces superan cualquier obstáculo. Al vivir en un ambiente rural, mis amigos y yo, siempre encontrábamos un escondite para cobijar algún perro abandonado. Aquellos animales fueron mis primeros compañeros de aventuras.
De adulto, al independizarme, me propuse realizar mi sueño: criar perros de raza. En aquel tiempo conocí al que hoy es mi buen amigo Manuel Caballero, otro loco por los perros, y juntos decidimos arrancar este gran proyecto.